lunes, 6 de julio de 2009

El Sueño de Lhasa

"Estaba con mi hermana , vivíamos en un enorme sótano de un edificio hecho de cemento y todos nuestros muebles y ropas y objetos estaban ahí.

Habíamos armado un espacio cálido, pero lo que realmente pasaba es que era una prisión.

Estábamos en un estado de cuelgue de drogas y pasábamos el día tiradas. Un día empezamos a sentir mucho calor y teníamos que meternos en una pileta que estaba en el medio del cuarto y quedarnos bajo el agua todo el tiempo que pudiéramos. Y todo se calentaba más..."

"Eso siguió por un tiempo largo hasta que un día yo decidí que quería irme.

Traté de convencer a mi hermana y ella no quería, pero finalmente la convencí.
Empezamos a apilar nuestras cosas en un carrito pequeño. Eso nos llevó mucho tiempo. Salimos al patio de la prisión donde, arriba de las paredes, había soldados con armas. Mi hermana empezó a sentir pánico y decía "nos van a disparar, no nos van a dejar ir".

Y yo súbitamente sabía, y le dije "no tienen balas en sus armas, piensan que estamos tan asustadas que nunca intentaríamos irnos". Entonces caminábamos hacia las puertas de la prisión. Estaban abiertas. Nada pasó, ni un sonido, nadie se movió.

Caminamos fuera de esas enormes montañas y fuimos libres."




Porque la libertad es tener el coraje de hacer tus cosas, de vivir tu vida.



Café con Agua

4 comentarios:

Mundanal Insecto dijo...

Es difícil darte cuenta de que vives en una prisión; más complicado aún superar el temor a ignorar a los hombres armados y afrontar lo que te encontrarás fuera del recinto...

Café con Agua dijo...

Curiosamente: "Nada pasó, ni un sonido, nadie se movió".

Transeúnte dijo...

Me encanta, es precioso...
Pero sobre todo, real. Desgraciadamente real para los que aún viven encerrados en su ignorancia. Pero por suerte ral para los que han sabido salir de ella.

Hasta luego :)

Café con Agua dijo...

Tan real, como la vida misma transeúnte...
Aunque no olvides que no deja de ser un sueño...

Gracias por tu visita!