jueves, 10 de diciembre de 2009

Deseando las noches (ocho horas para soñarte...)



Dóblame y moldeame
lenta y dulcemente
Como nunca antes me habían consumido...

En la tranquilidad de la noche
No recordaremos el pasado
ni miraremos hacia atrás...

Me gustan las polillas nocturnas,
y hablarnos en miles de lenguas distintas...
(porque no me traen recuerdos de nada)

Me gustan tus compases de 3 x 4
y las risas salpicadas por las almohadas,
Porque no me traen recuerdos de nada.



Café con Agua





7 comentarios:

Anónimo dijo...

Uhm, qué bonita poesía y fotografía: son sugerentes, dan pie a la imaginación, a perderse por el tiempo de un fin de semana dentro y fuera de las sábanas.

;)Besos.

Anónimo dijo...

Dan pie a la imaginación y por lo tanto a la creatividad.

;) + Besos (para las reservas del Moët Chandon, las cañas, las manzanillas...para todas las celebraciones venideras).

Jorge dijo...

Vuelve a imaginar esa habitación que tenias en tu cabeza mientras escribías esas preciosas palabras, iluminalá con la luz de una vela.
Tu cuerpo perdido entre las sabanas, y mis manos perdidas por tu cuerpo mientras nuestros labios se unen en un suspiro...
...y que el mundo se termine, que yo a tu lado no me enteraré!

Café con Agua dijo...

Gracias anónimo, los fines de semana, a veces, están para perderse :)
Y entre tiempos y tiempos, crear e imaginar.

Saludos!

Café con Agua dijo...

Tu pones la luz y yo las palabras...
Y que el mundo se termine!!!!

Relatos on the rock dijo...

Esos versos son pura vida, compañera. Gran viaje el tuyo. Celebro conocerte. Besos.

Café con Agua dijo...

Yo celebro que existan personas como tú, con esa calidad humana, y más aún tener la suerte de sentirlas cerquita, cerquita...

Os hago llegar hasta el atlántico, miles de besos sureños... repártelos!!!!!