notando entre cafés y pompas de jabón, palpitaciones en mis vísceras...

Su respiración se dibuja pausada a veces,
consciente del final, aún durante su infinito sueño.
Como música de violines,
Llega suave a las alturas y espera siglos de silencios en las esquinas.
Aparece de entre la nada
y retrocede a su antojo en el tiempo...
Llega a mostrarse sutil en sus movimientos
y hasta perfecta en sus contornos,
para a la vez, ser realmente imperfecta.
El más puro reflejo
del que dicen, es mi segundo yo.
Café con Agua
1 comentario:
pfffff.. pff.. excelentisimoooOO! (= <3
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